Deja de vivir para el resto de las personas y comienza a hacerlo para ti mismo, pues muchas veces la opinión pública no es propiamente la tuya.
¿Quieres hacer o dejar de hacer algo, pero te incomoda tomar cualquier postura por lo que pueda decir o pensar el resto de las personas? ¿Sientes que no te puedes expresar libremente porque los demás opinarían que no es lo correcto? Si es así, entonces tal vez no estás viviendo la vida para ti mismo, sino que lo estás haciendo para los demás.
Aunque la opinión pública no es completamente mala (pues muchas veces cuando es sincera y objetiva puede ser un fiel espejo que puede ayudar a visualizarte completamente, con virtudes y defectos, lo cual puede servirte para saber qué mantener y qué mejorar); lo mejor es aprender a escucharte a ti mismo, lo que tú quieres y cuáles son los límites que tú estás dispuesto a ponerte, todo esto muchísimo antes de seguir lo que los demás dicen.
La cuestión es muy sencilla: como bien explicaba Séneca, filósofo romano, seguir la opinión pública nos puede alejar del camino hacia la felicidad, pues lo que quiere la mayoría no es estrictamente lo que tú quieres o necesitas buscar.
Así, muchas veces dejas de hacer cosas que son verdaderamente importantes y trascendentes para ti, por lo que los demás dicen que debes hacer; entonces también terminas por dejarte de lado a ti mismo.
Lo que hay que tener presente es que en primer lugar estás tú mismo, que debes aprender a escucharte, a saber, qué es lo que quieres en la vida y lo que te hace feliz para poder salir a buscarlo.
Incluso, más allá que dejar de lado la opinión pública, será conveniente que aprendas a vivir con ella y que le saques el mejor provecho posible, para que, junto con tus decisiones y tus acciones puedas crecer y puedas encontrar un buen camino hacia la felicidad.
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Namaste,