El futuro es una construcción que sólo depende de nosotros mismos y de las emociones más poderosas que dejamos activar.
Cuántas veces no hemos escuchado la frase “somos arquitectos de nuestro propio destino” o “cuando se cierra una puerta se abre otra”, pero éstas no tienen significado para nosotros hasta que nos vemos inmersos en una dificultad emocional.
Al pasado ya no le podemos hacer nada, mucho menos cambiarlo, pero el futuro es una construcción nuestra que se cimentará mejor si logramos sanar el pasado, dejemos de cerrarnos puertas y activemos las emociones más poderosas que existen, como la esperanza.
Es hora de romper el techo
Nuestra mente se mueve con base en creencias, pero si esas creencias no son útiles entonces es momento de cambiarlas. ¿Alguna vez te has preguntado por qué nos cuesta tanto trabajo resolver un problema “simple”? La respuesta es muy sencilla, porque nos cerramos y siempre lo vemos desde la misma perspectiva.
En realidad, cada problema es una oportunidad que tenemos de descubrir un punto débil o una falla en nosotros, con la intención de corregirla, no con el fin de cerrarnos puertas, y si así fuera, entonces es hora de romper el techo. El propósito es salir adelante, romper los límites que le hemos impuesto a nuestra propia mente.
No se trata de pelear con alguien, no debes entristecerte, no tienes que enojarte, sólo debes romper el techo de los límites, por arriba de éste se encuentra todo aquello que esperas. Sal a buscar tus sueños, no gastes tu tiempo en aquellos que intentan cerrarte puertas, bloquearte o lastimar tus emociones, emplea ese tiempo a tu favor para superarte a ti mismo y para abrirte puertas.
A tú favor
En el transcurso de los años nos damos cuenta que la vida es un continuo abrir y cerrar de puertas en el que aparecen y desaparecen muchas personas y situaciones que dejan diversas experiencias. Cada que cerramos una puerta es porque concluimos o damos por terminado un ciclo. No obstante, las puertas no las debes cerrar cuando éstas representan oportunidades.
En muchas ocasiones tenemos miedo a tomar riesgo y nos cerramos las puertas a nuevas oportunidades que seguramente nos llevarán al éxito; nos la pasamos poniendo pretextos y pensando que si el amor, la familia o incluso a veces hasta por pereza.
No te cierres las puertas que te presenta la vida, no dejes pasar las oportunidades, toma tu tiempo para todo, piensa lo que harás en la vida, no dejes escapar las cosas de tus manos. Las oportunidades muchas veces se presentan una sola vez en la vida, y si no tienes la sabiduría de verlo lo habrás perdido todo.
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Namaste,