No hay una fecha establecida para decidir volver a empezar o cargarse de una vibra distinta, lo único que se necesita es tener una verdadera intención de dejar atrás lo que nos afecta y ser feliz, y hoy te decimos cómo hacerlo
Todo en este mundo encuentra su lugar, de ello pueden dar fe –si pudieran hablar, claro- las cuatro estaciones del año. En estos meses, por ejemplo, el estado climatológico hace que muchas personas salgan a bosques, zonas arqueológicas o playas desiertas a “cargarse de energía” o renovarse.
La renovación no es otra cosa que transición, pasar a otro estado. Sin embargo, debes saber que la renovación espiritual depende y requiere actitud para lograr observar, sanar y reinventarte para dejar atrás ciertos hábitos que nos atrapan en rutinas, y así poder abrazar nuevos principios de vida que fortalezcan nuestro cuerpo, pero también que aclaren nuestra mente y expandan nuestro espíritu.
Una forma de lograrlo es agregar a nuestros días una dosis diaria de entusiasmo. El entusiasmo nos llena de ilusiones por ver la vida que crece, por estar nuevamente en contacto con la naturaleza que florece en estos días, y así llenarnos de energía y proyectos. Por ejemplo, de acuerdo con el Ayurveda (la antigua medicina india), Kapha es la fuerza que predomina en el fin del invierno y la primavera.
Kapha combina tierra y agua y sus características son lo frío, pesado y húmedo, razón por la cual es responsable de crear, renovar, mantener una unidad, dar estructura. Y si lo comparamos con nuestra vida diaria, puede entenderse que todas las estaciones prometen un renacer y construcción, ofreciendo cierto balance a nuestras almas que, cuando están equilibradas, logran hacernos sentir tranquilos, amorosos, fuertes y estables.
El sentido de la renovación está en imaginarnos, tal cual si fuéramos árboles que renuevan sus hojas cada cierto tiempo y que tendrán “personalidad propia” y que pertenecen a una nueva temporada. Pero sobre todo, es indispensable entender que estas hojas nunca podrán ser iguales. Así, los seres humanos, cada cierto tiempo, debemos renovar nuestra vida, liberar nuestra mente para tranquilizar al espíritu. Y esto es posible sólo acercándonos a la naturaleza y atreviéndonos a avanzar, para escuchar los mensajes que la Madre Tierra nos envía como señales de amor, paz y transición. ¡Adelante!
Namaste,